Este hermoso e inmenso centro de esparcimiento natural fue diseñado y construido por la Ex- Corporación Peruana del Santa, en un área total de 402,256 metros cuadrados en 1945, gracias a un convenio entre el Perú y el Servicio Cooperativo Interamericano de Salud del Gobierno de los Estados Unidos.

Luego en 1976 el Vivero Forestal de Chimbote fue transferido a la empresa Siderperú, a través de la Resolución Suprema Nº065VC-4400. Después de 18 años y por razones de que la empresa siderúrgica fue privatizada fue cedido en uso al Obispado de Chimbote, que en aquel tiempo era conducida por monseñor Luis Bambarén Gastelumendi. Esta transferencia se concretó según acuerdo de Directorio de Siderperú, de fecha 21 de marzo de 1996.

Ya bajo la administración de la Diócesis el Vivero recibió apoyo del sector empresarial de Chimbote y se le dio mucho impulso a las actividades patronales, con motivo de la celebración religiosa en homenaje a San Pedrito, patrono de la ciudad.

Para fines de administración, se nombró un Directorio que estuvo presidido por el empresario pesquero Jesús Butrón Treviños e integrado por otros notables ciudadanos chimbotanos, quienes realizaron un trabajo encomiable durante 15 años.

Desde hace siete años, desde que la Diócesis se encuentra bajo la tutela de monseñor Ángel Francisco Simón Piorno, se ha inyectado de una dosis de reingeniería al único “ pulmón verde de Chimbote”, con una mística de proyección social, abriendo este centro recreacional a la cultura, el arte y la integración de la familia chimbotana.

Por su belleza natural indescriptible y puesta en valor, con especies de flora y fauna, aves migratorias, lagunas naturales y miles de hectáreas de bosques, el Vivero Forestal ahora está considerado como “ Patrimonio Ecológico de la Ciudad de Chimbote” por acuerdo de Consejo Nº078-92-MPS del 17 de septiembre de 1992.

Este recinto natural cuenta con jardines, pequeñas cataratas, laguna con bote a remos, el trencito con locomotora, un asnódromo, la reacondicionada piscina olímpica y piscina para niños, juegos infantiles, fulbito, un “fuerte” apache, pérgolas para fiestas y alegorías costumbristas, pachamancas y servicio de restaurante.

También la rotonda “El Ensueño”, una hermosa Concha Acústica escenario construido para espectáculos y la gigantesca Explanada, donde desde hace 5 años se viene realizando la Feria de San Pedrito con mucho éxito, y que este año congregó a más de 300 visitantes chimbotanos y de otras partes del país.

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